jueves, 28 de diciembre de 2017

Reivindicando a Mileva Marić


Reivindicando a Mileva Marić  

Reivindicando Mileva Marić  coautora de los artículos del Annus mirabilis de Albert Einstein  que fueron enviados a la revista Annalen der Physik
Mileva Marić, nació en 1875 en Titel, una ciudad en la región de Vojvodina, que en la época pertenecía al imperio austrohúngaro (en la actualidad a Serbia), época en la que las mujeres tenían vetado el acceso a muchas instituciones, incluyéndose entre ellas algunas de enseñanza donde los hombres eran los únicos permitidos. Su padre de Mileva solicitó una serie de permisos especiales para que su hija pudiese cursar estudios en estos centros; y que por inteligencia y su espíritu combativo influyó enormemente el gran intelecto que poseía.
Tuvo que soportar un duro examen (por su condición de mujer) para Ingresar en 1896 en el Instituto Politécnico Federal de Zúrich, demostrando su gran intelecto y era la única mujer de su clase, cursando física y matemáticas. Señalan que Mileva impresionaba a sus compañeros por su velocidad mental y la facilidad con la que planteaba diversas soluciones a los problemas matemáticos que los profesores les planteaban. Con Albert Einstein la amistad fue la más especial le ayudaba en las áreas que flaqueaba, le dio clases de matemáticas y al final se enamoraron.
Einstein era un excelente físico, de gran inteligencia pero las matemáticas no eran su punto fuerte, sus teorías científicas exigía  un lenguaje matemático. Y su  mujer Mileva era una excelente matemática, además de física, poniendo a prueba sus teorías,  corrigiéndolas. Algunos llegan a firmar  que Mileva se encargó de adaptar las mismas al lenguaje matemático exigido en la época, de modo que Albert pudo presentar sus teorías.  
En 1905,annus mirabilis de Albert Einstein: publicó cinco artículos, dos de ellos aplican el análisis estadístico a la mecánica clásica para estudiar el comportamiento de las moléculas en un líquido. En otro artículo, Einstein presenta una modificación de los fundamentos de la mecánica clásica, nacida de los trabajos de Galileo y Newton; y a partir de los aportes de James C. Maxwell y Henrik Lorentz. El cuarto artículo es un corolario del anterior, en donde Einstein obtiene su famosa fórmula de la equivalencia entre la masa y la energía. El resultado de estos dos últimos artículos es lo que los contemporáneos de Einstein comenzaron a llamar "teoría especial de la relatividad”. El quinto artículo propone como hipótesis que la luz tiene estructura granulada (o cuántica) y es el único que Einstein calificó en aquel momento de "revolucionario". Con esta hipótesis -hoy considerada central en la construcción de la física cuántica- Einstein logró una explicación satisfactoria del llamado efecto fotoeléctrico. Por este aporte recibiría el premio Nobel en el año 1921. A semejanza de la de Newton, esta proeza intelectual ha motivado que los historiadores hablaran de 1905 como del annus mirabilis de Einstein.
En esta época, Einstein se refería con amor a su mujer Mileva como «una persona que es mi igual y tan fuerte e independiente como yo». Abram Joffe, en su biografía de Einstein, argumenta que durante este periodo fue ayudado en sus investigaciones por Mileva Marić.

Mileva Marić y Albert Einstein
Los padres de Einstein siempre se opusieron al matrimonio, hasta que en 1902 su padre cayó enfermo de muerte y consintió. Mas su madre nunca se resignó: “Albert no te puedes casar con un libro. Necesitas una magnífica alemana que cuide de tu casa, de tus hijos, del hogar. No te puedes casar con alguien que sólo se dedica a estudiar.” Mileva dejó los estudios para centrarse en la familia; dejando una brillante carrera. Alguien tenía que cuidar a los niños, especialmente a uno que padecía trastornos mentales graves; alguien tenía que lavar y preparar la comida, y ése fue el papel que Einstein y la sociedad patriarcal asignaron a Mileva, quien subordinó todas sus aspiraciones a los objetivos de él, puso todos sus conocimientos a su servicio, pero a pesar de ello con el tiempo la relación se tornó disfuncional y   Einstein se alejó de su esposa.


Mileva Marić con sus hijos Hans Albert y Eduard
Albert Einstein le puso por escrito ciertas “reglas de conducta” que humillaban totalmente a su esposa Mileva Marić:

“A. Te encargarás de que: 1. mi ropa esté en orden, 2. que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación, 3. que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que: 1. me siente junto a ti en casa, 2. que salga o viaje contigo.
C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo: 1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello, 2. deberás responder de inmediato cuando te hable, 3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.
D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”
Al final, la pareja dejó de vivir juntos en 1914, haciéndose oficial su divorcio en 1919. Se ha dicho que en esto influyeron los escarceos amorosos de Albert, siendo el principal de ellos con Elsa, una prima suya con la que acabaría casándose.
Albert Einstein estaba convencido de que “muy pocas mujeres son creativas. No enviaría a mi hija a estudiar física. Estoy contento de que mi segunda mujer no sepa nada de ciencia”. Decía también que “la ciencia agría a las mujeres”, de ahí la opinión que le merecía Marie Curie: “nunca ha escuchado cantar a los pájaros”. Y se atrevió  acuñar una frase: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.


Mileva Marić en Serbia.
Se le añadió una venda símbolo de la tragedia que había vivido.

La doctora en Ciencias Químicas, Esther Rubio Herráez en su libro Mileva-Einstein Maric ¿por qué en la sombra?, Harris asegura que la teoría especial de la relatividad formulada en 1905, que constituye el inicio de la general elaborada en 1916, se basa en "la tesis que Mileva escribió y presentó a la supervisión del profesor Weber, cuando estudiaba en la Escuela Politécnica de Zúrich". Explica Rubio Herráez. Según aquellos que defienden la coautoría de Mileva, seguirán siendo compañeros intelectuales y unos años más tarde verán la luz los tres artículos que hicieron mundialmente famoso a Einstein. "A partir de entonces la carrera del físico nunca será tan brillante", matiza la investigadora. En efecto los años más creativos de Einstein fueron aquellos en los que compartió sus investigaciones con Mileva  y partir de los años veinte del siglo pasado Einstein, volvió a enfrascarse en sus investigaciones, del que nunca salió nada de interés.



AVE

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