sábado, 16 de diciembre de 2017

Colonización


Colonización. El término suele referir al asentamiento de una población (los colonos) en una zona deshabitada. Sin embargo extendió su uso para describir ese tipo de relación con su ambiente de todo tipo de seres vivos (animales, plantas, microorganismos). Entonces colonización se utiliza en diversos ámbitos para indicar la ocupación o población de un espacio (colonizado) por parte de un grupo (colonizador), ya sea humano o de otra especie.


Cómo colonizaron las plantas el medio terrestre

Se resuelve un antiguo enigma sobre las primeras etapas de la vida de las plantas en la Tierra.



Closterium striguosum es una de las algas verdes primitivas que se estudiaron. Centro John Ihnes

El equipo formado por investigadores del Centro John Innes, en Norwich, de la Universidad de Wisconsin-Madison y otros centros ha descubierto cómo un alga primitiva logró sobrevivir en el medio terrestre, antes de convertirse en la primera planta del mundo que habitó y colonizó nuestro planeta.
Hasta ahora se había supuesto que tal alga, después de llegar a la tierra, habría desarrollado la capacidad de obtener nutrientes esenciales mediante una estrecha asociación con un tipo de hongo beneficioso denominado micorriza arbuscular (AM), que todavía existe hoy y que ayuda a las raíces de las plantas a captar nutrientes y agua del suelo a cambio de carbono.
El descubrimiento previo de esporas fósiles 450 millones de años de edad similares a las esporas de micorriza arbuscular hacía pensar que este hongo habría estado presente en el entorno con el que se encontraron las primeras plantas terrestres. También se habían descubierto restos de hongo prehistórico en el interior de las células de los macrofósiles vegetales más antiguos, lo que reforzaba tal idea. Sin embargo, los científicos no tenían claro cómo el alga antepasada de las plantas terrestres habría sobrevivido el tiempo suficiente para mediar un acuerdo quid pro quo con un hongo. El nuevo hallazgo apunta a que el alga habría desarrollado esta capacidad fundamental mientras aún vivía en las aguas de nuestro planeta.
Los autores del estudio analizaron el ADN y el ARN de algunas de las plantas terrestres y algas verdes más primitivas conocidas y encontraron pruebas de que el antepasado común algal que vivía en las aguas de la Tierra ya poseía el conjunto de genes, o vías simbióticas, que necesitaba para detectar e interactuar con el hongo micorrícico beneficioso.
Los investigadores creen que esta capacidad resultó fundamental para que el alga pudiera sobrevivir fuera del agua y colonizar la tierra. Al colaborar con el hongo en busca de sustento, el alga mostró una clara ventaja evolutiva que fue seleccionada para prosperar en un entorno muy diferente y aparentemente estéril.
Fuente: Centro John Ihnes

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