El suelo es la capa más
superficial de la geosfera. Su importancia ecológica y económica es enorme,
pues de él se obtiene la mayor parte de los recursos alimenticios utilizados
por los seres vivos en general, y la especie humana en particular.
Para un geólogo es la
"capa superior de la corteza, formada por los materiales que provienen de
la meteorización de las rocas del subsuelo";
El biólogo lo considera la "capa
a expensas de la cual viven o se desarrollan los seres vivos"; para el
técnico es el "sustrato donde edificar".
Para las ciencias
medioambientales, el suelo es la "interfase entre la geosfera, la
atmósfera y la biosfera”.
Como toda interfase, el suelo
posee gran riqueza y diversidad, es muy sensible a los cambios y puede
degradarse con facilidad e, incluso, llegar a desaparecer.
El suelo lo estudia la
edafología, una ciencia mixta que utiliza métodos y conceptos geológicos,
biológicos y agronómicos, y que se interesa sobre todo por el suelo como
recurso, para su conservación y explotación racional.
Propiedades físicas
Textura.
Se entiende por textura de
un suelo la distribución o diferentes proporciones en que están presentes los
distintos tamaños de las partículas sólidas que lo constituyen. Así, se puede
distinguir entre:
Materiales finos, arcillas
y limos.
Materiales medios, de
tamaño arena.
Materiales gruesos, entre
los que se encuentran fragmentos de roca madre, más o menos sin meteorizar, de
tamaño variable.
De un modo general, según
la fracción que predomine, se puede hablar de suelos pedregosos, arenosos,
limosos o arcillosos.
La textura es importante en
un suelo porque determina la capacidad de retención de agua y sus propiedades
en cuanto a impermeabilidad.
Propiedades químicas
pH: concentración de iones
en el suelo.
Reserva útil: cantidad de
agua del suelo que puede ser absorbida por la vegetación.
Capacidad de intercambio de iones: facultad del
suelo de retener, por absorción, iones K+ , Ca2+, entre otros
COMPOSICIÓN DEL SUELO
Los constituyentes del suelo son tanto sustancias sólidas (fase sólida) como líquidas (fase líquida) y gaseosas (fase gaseosa).
1.- Fase sólida
La parte sólida está representada por materiales minerales inorgánicos y por materiales orgánicos.
Materiales inorgánicos o minerales
En los suelos pueden existir dos tipos de minerales:
Minerales heredados. Su composición es la misma que la de la roca madre. Pueden ser fragmentos de la misma (granito, caliza, pizarra, etc.) o minerales ya disgregados a causa de la meteorización física (cuarzo, feldespatos, calcita, etc.). Constituyen el esqueleto del suelo.
Minerales de alteración. Tienen distinta composición que la roca madre y se originan por meteorización química (oxidación, carbonatación, hidrólisis, etc.). Los más abundantes son las arcillas y, en mucha menor proporción, los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio, carbonatos, sulfatos, fosfatos y cloruros de calcio, magnesio, potasio, sodio... Se trata de minerales muy importantes para la fertilidad del suelo.
Los constituyentes del suelo son tanto sustancias sólidas (fase sólida) como líquidas (fase líquida) y gaseosas (fase gaseosa).
1.- Fase sólida
La parte sólida está representada por materiales minerales inorgánicos y por materiales orgánicos.
Materiales inorgánicos o minerales
En los suelos pueden existir dos tipos de minerales:
Minerales heredados. Su composición es la misma que la de la roca madre. Pueden ser fragmentos de la misma (granito, caliza, pizarra, etc.) o minerales ya disgregados a causa de la meteorización física (cuarzo, feldespatos, calcita, etc.). Constituyen el esqueleto del suelo.
Minerales de alteración. Tienen distinta composición que la roca madre y se originan por meteorización química (oxidación, carbonatación, hidrólisis, etc.). Los más abundantes son las arcillas y, en mucha menor proporción, los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio, carbonatos, sulfatos, fosfatos y cloruros de calcio, magnesio, potasio, sodio... Se trata de minerales muy importantes para la fertilidad del suelo.
Materiales orgánicos
Incluyen el conjunto de seres vivos que habitan el suelo y sus restos, deyecciones y demás productos metabólicos en distinto grado de descomposición.
Más concretamente, la materia orgánica muerta existente sobre el suelo constituye el mantillo o humus, que presenta un característico color oscuro, y es originado por un proceso de descomposición especial, llamado humificación, favorecido por la acción de los ácidos húmicos (que dan colores negros o pardos) que proceden de la síntesis microbiana, e íntimamente ligado a las arcillas.
El humus se mineraliza lentamente, el 1% se descompone cada año en CO2 y NH3, siendo por tanto fuente de nitrógeno. Es de gran importancia conocer la relación C/N y la cantidad de humus en el suelo para saber la riqueza del mismo.
Incluyen el conjunto de seres vivos que habitan el suelo y sus restos, deyecciones y demás productos metabólicos en distinto grado de descomposición.
Más concretamente, la materia orgánica muerta existente sobre el suelo constituye el mantillo o humus, que presenta un característico color oscuro, y es originado por un proceso de descomposición especial, llamado humificación, favorecido por la acción de los ácidos húmicos (que dan colores negros o pardos) que proceden de la síntesis microbiana, e íntimamente ligado a las arcillas.
El humus se mineraliza lentamente, el 1% se descompone cada año en CO2 y NH3, siendo por tanto fuente de nitrógeno. Es de gran importancia conocer la relación C/N y la cantidad de humus en el suelo para saber la riqueza del mismo.
2.- Fase
líquida
Está formada por el agua y las sustancias que ésta lleva en disolución,
las sales más comunes de los iones K+ , Na+ , Ca2+ , Mg2+ , Cl- , NO3 - entre otros, y una amplia series de sustancias orgánicas.
La importancia
de esta fase líquida, del agua, estriba en que es el vehículo de transporte de
las sustancias químicas en el seno del suelo, así como en sus interacciones con
la fase gaseosa.
3.- Fase gaseosa
3.- Fase gaseosa
Está constituida por los gases atmosféricos.
Los numerosos poros del suelo, que en algunos casos constituyen hasta el 50% de
su volumen, pueden estar rellenos de líquidos (generalmente agua con sales
minerales disueltas); y de gases (sobre todo aire atmosférico enriquecido con
CO2 por la actividad metabólica de los seres vivos del suelo).
Si predominan
los líquidos, el ambiente es reductor y aparecen en el suelo colores verdosos;
si abundan más los gases, el ambiente es oxidante y surgen colores pardos o
rojizos.
LA DESERTIZACIÓN
·
Desertización: proceso evolutivo
natural de una región hacia unas condiciones morfológicas, climáticas y
ambientales conocidas como desierto (aridez).
Es un fenómeno que se produce sin la intervención humana.
·
Desertificación: proceso de
degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente
el potencial de producción. Esto sucede como resultado de la destrucción de su
cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua.
Con frecuencia
el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de
actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación.
Algunos de los procesos que
dan lugar a situaciones de tipo desértico, son:
· Degradación
química por lavado de nutrientes, por acidificación, contaminación por metales
pesados, lluvia ácida, aguas residuales, salinización o alcalinización.
· Degradación
física, con pérdida de estructura por compactación (pisoteo,
maquinaria,...)
·
Degradación
biológica, por desaparición de materia orgánica o por mineralización del
humus.
·
Erosión
hídrica y eólica.
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