sábado, 16 de diciembre de 2017

El suelo

El suelo es la capa más superficial de la geosfera. Su importancia ecológica y económica es enorme, pues de él se obtiene la mayor parte de los recursos alimenticios utilizados por los seres vivos en general, y la especie humana en particular.


Para un geólogo es la "capa superior de la corteza, formada por los materiales que provienen de la meteorización de las rocas del subsuelo";

El biólogo lo considera la "capa a expensas de la cual viven o se desarrollan los seres vivos"; para el técnico es el "sustrato donde edificar".

Para las ciencias medioambientales, el suelo es la "interfase entre la geosfera, la atmósfera y la biosfera”.

Como toda interfase, el suelo posee gran riqueza y diversidad, es muy sensible a los cambios y puede degradarse con facilidad e, incluso, llegar a desaparecer.


El suelo lo estudia la edafología, una ciencia mixta que utiliza métodos y conceptos geológicos, biológicos y agronómicos, y que se interesa sobre todo por el suelo como recurso, para su conservación y explotación racional.

Propiedades físicas

Textura.
Se entiende por textura de un suelo la distribución o diferentes proporciones en que están presentes los distintos tamaños de las partículas sólidas que lo constituyen. Así, se puede distinguir entre:
Materiales finos, arcillas y limos.
Materiales medios, de tamaño arena.
Materiales gruesos, entre los que se encuentran fragmentos de roca madre, más o menos sin meteorizar, de tamaño variable.

De un modo general, según la fracción que predomine, se puede hablar de suelos pedregosos, arenosos, limosos o arcillosos.

La textura es importante en un suelo porque determina la capacidad de retención de agua y sus propiedades en cuanto a impermeabilidad.

  
Propiedades químicas
pH: concentración de iones en el suelo.
Reserva útil: cantidad de agua del suelo que puede ser absorbida por la vegetación.
Capacidad de intercambio de iones: facultad del suelo de retener, por absorción, iones K+ , Ca2+, entre otros

COMPOSICIÓN DEL SUELO 

Los constituyentes del suelo son tanto sustancias sólidas (fase sólida) como líquidas (fase líquida) y gaseosas (fase gaseosa)


1.- Fase sólida 

La parte sólida está representada por materiales minerales inorgánicos y por materiales orgánicos. 

Materiales inorgánicos o minerales 

En los suelos pueden existir dos tipos de minerales: 

Minerales heredados. Su composición es la misma que la de la roca madre. Pueden ser fragmentos de la misma (granito, caliza, pizarra, etc.) o minerales ya disgregados a causa de la meteorización física (cuarzo, feldespatos, calcita, etc.). Constituyen el esqueleto del suelo. 


Minerales de alteración. Tienen distinta composición que la roca madre y se originan por meteorización química (oxidación, carbonatación, hidrólisis, etc.). Los más abundantes son las arcillas y, en mucha menor proporción, los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio, carbonatos, sulfatos, fosfatos y cloruros de calcio, magnesio, potasio, sodio... Se trata de minerales muy importantes para la fertilidad del suelo. 
   

Materiales orgánicos 
Incluyen el conjunto de seres vivos que habitan el suelo y sus restos, deyecciones y demás productos metabólicos en distinto grado de descomposición. 

Más concretamente, la materia orgánica muerta existente sobre el suelo constituye el mantillo o humus, que presenta un característico color oscuro, y es originado por un proceso de descomposición especial, llamado humificación, favorecido por la acción de los ácidos húmicos (que dan colores negros o pardos) que proceden de la síntesis microbiana, e íntimamente ligado a las arcillas. 


El humus se mineraliza lentamente, el 1% se descompone cada año en CO2 y NH3, siendo por tanto fuente de nitrógeno. Es de gran importancia conocer la relación C/N y la cantidad de humus en el suelo para saber la riqueza del mismo. 


2.- Fase líquida 

Está formada por el agua y las sustancias que ésta lleva en disolución, las sales más comunes de los iones K+ , Na+ , Ca2+ , Mg2+ , Cl- , NO3 - entre otros, y una amplia series de sustancias orgánicas. 

La importancia de esta fase líquida, del agua, estriba en que es el vehículo de transporte de las sustancias químicas en el seno del suelo, así como en sus interacciones con la fase gaseosa. 

3.- Fase gaseosa 

Está constituida  por los gases atmosféricos. 

Los numerosos poros del suelo, que en algunos casos constituyen hasta el 50% de su volumen, pueden estar rellenos de líquidos (generalmente agua con sales minerales disueltas); y de gases (sobre todo aire atmosférico enriquecido con CO2 por la actividad metabólica de los seres vivos del suelo). 

Si predominan los líquidos, el ambiente es reductor y aparecen en el suelo colores verdosos; si abundan más los gases, el ambiente es oxidante y surgen colores pardos o rojizos. 




LA DESERTIZACIÓN


·                     Desertizaciónproceso evolutivo natural de una región hacia unas condiciones morfológicas, climáticas y ambientales conocidas como desierto (aridez). 
Es un fenómeno que se produce sin la intervención humana. 

·                     Desertificaciónproceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el potencial de producción. Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua. 
Con frecuencia el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación. 

Algunos de los procesos que dan lugar a situaciones de tipo desértico, son: 

·                 Degradación química por lavado de nutrientes, por acidificación, contaminación por metales pesados, lluvia ácida, aguas residuales, salinización o alcalinización. 
·                  Degradación física, con pérdida de estructura por compactación (pisoteo, maquinaria,...) 
·                     Degradación biológica, por desaparición de materia orgánica o por mineralización del humus. 
·                     Erosión hídrica y eólica


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